INTRODUCCIÓN
La observación sistemática de los hechos, ha tenido una importancia desigual a lo largo de la historia de la Psicología:
No tuvo gran desarrollo hasta que la psicología comenzó a considerarse
como "ciencia de la conducta", y, alcanzó un gran auge en los 50, con el
florecimiento de la modificación de la conducta.
Constituye un método directo de recogida de información, centrado en
las conductas externas y que permite recoger esa información en el medio
natural del cliente. Esto tiene su importancia, tanto para la
realización del análisis funcional previo a la intervención, como para
la evaluación de su eficacia.
Kent y Foster comparan la observación conductual con una fotografía
(ambos son fieles reflejos de la realidad, pero solo una opción entre
las muchas posibles que hay de reflejarla) El procedimiento utilizado en
la observación (parámetros, momento), determinará el tipo de realidad
conductual que se refleja.
CÓMO DESARROLLAR EL MÉTODO DE OBSERVACIÓN
DEFINICIÓN DE LA CONDUCTA OBJETIVO
El punto inicial de la observación es la definición de la conducta a observar.
La DEFINICIÓN tiene que ser:
1. Válida (validez convergente): La definición debe coincidir con la
conducta tal y como la define el paciente, o con la que proporcionan los
expertos.
2. Objetiva: Hace referencia solamente a las características observables de interés.
3. Clara: Se comprende fácilmente y no presenta ambigüedades. Para ello,
es imprescindible que sea descriptiva y se refiera a respuestas
concretas y observables (No "nerviosismo" sino "morderse las uñas",
"levantarse con frecuencia", etc.).
4. Completa: Incluye los límites en los que la conducta se encierra, de modo que se pueda diferenciar de otras conductas afines.
Las definiciones completas incluyen:
- Un nombre descriptivo.
- Una definición general.
- Una elaboración que describa las partes fundamentales de la conducta.
- Unos ejemplos característicos.
- Unos ejemplos discutibles.
Las CATEGORÍAS DE RESPUESTA utilizadas al definir la conducta pueden ser:
1. Moleculares: Se utilizan cuando la conducta a observar constituye una
respuesta específica o concreta (insultar, llorar, escribir). Estas
categorías presentan menos problemas a la hora de ser observadas.
2. Molares: Se refieren a unidades más amplias de conducta (conducta
asertiva, conducta agresiva). Incluyen múltiples respuestas discretas o
moleculares.
Utilizar unas u otras depende del tipo de respuesta objetivo y de la finalidad de la observación.
CLASES DE DEFINICIONES:
1. Topográficas Se refieren a las características físicas, a los
movimientos que implica la respuesta, haciendo hincapié en el modo en
que se ejecuta. Ejemplo: Conducta de fumar: "Ponerse el cigarrillo en
los labios y aspirar el humo".
2. Funcionales Se define por sus efectos en el ambiente. Ejemplo:
Conducta de fumar: "Aspirar el humo hasta consumir el 50% de éste".
La elección de un tipo u otro depende de las características de la conducta a observar.
ELECCIÓN DEL MÉTODO DE MEDICIÓN
Los métodos de medición a parámetros más utilizados son:
- Frecuencias.
- Duración.
- Intervalos.
Una misma conducta puede ser medida de múltiples formas. Se debe
elegir un nivel de medición útil, considerando precisión y costos.
a) PRODUCTOS PERMANENTES Ciertos comportamientos dejan
evidencia física en forma de un producto duradero (nº de cristales
rotos, nº de pelos arrancados). Su ocurrencia puede medirse a través del
nº de productos a los que da lugar.
Ventaja: No es necesaria la presencia del observador en el momento en que se produce la conducta.
Sin embargo, la mayor parte de las conductas no generan productos permanentes.
b) MÉTODO DE FRECUENCIAS Consiste en registrar el número de veces que aparece una conducta en un intervalo de tiempo.
Es adecuado cuando se trata de conductas discretas (se puede determinar fácilmente cuando empiezan y cuando terminan).
c) MÉTODO DE DURACIÓN La observación se centra en el tiempo
total que dura la conducta. Se utiliza en conductas discretas cuando
interesa su duración o en conductas cuya duración es variable (tiempo
que dedica un niño al estudio).
d) MÉTODO DE INTERVALOS Se divide el tiempo total de
observación en periodos o intervalos temporales iguales. En cada
intervalo, el observador solo señala la presencia o ausencia de la
conducta, independientemente de las veces que aparezca, utilizando un
código binario (Sí/No).
Es útil en conductas no discretas (difícil determinar cuando empieza y
ciando termina) o en conductas con una tasa muy alta de emisión.
Variaciones:
- Muestreo de intervalo completo: Se requiere que la respuesta se emita
en todo el intervalo de completo para que su respuesta se registre. Se
utiliza en conductas que interesa que persistan durante un periodo de
tiempo (atención de un niño en clase). Se aconseja utilizarlo cuando lo
que se busca con el tratamiento es un incremento en la conducta.
- Muestreo de intervalo parcial: Se requiere que la conducta aparezca al
menos una vez a lo largo del intervalo. Apropiado para conductas breves
pero frecuentes (emitir palabrotas, gestos).
- Muestreo de intervalo momentáneo: Se necesita que la conducta ocurra
en el momento en que termina el intervalo. Apropiado para conductas que
persisten durante un periodo largo de tiempo (chuparse el dedo). Es más
sencillo pues el observador solo tiene que estar atento al final del
intervalo.
IDENTIFICACIÓN DE ESTÍMULOS ANTECEDENTES Y CONSECUENTES
ESTÍMULOS ANTECEDENTES: Estímulos que están presentes cuando aparece la conducta y que guardan una relación funcional con ella, es decir,
a) Tienen capacidad para provocar dicha respuesta (E. Condicionado).
b) Su presencia aumenta o disminuye la probabilidad de emisión de la conducta (E. Discriminativo y E. Delta).
ESTÍMULOS CONSECUENTES: Estímulos que siguen a la emisión de
la conducta y que hacen que la probabilidad de ésta aumente o disminuya
(refuerzos y castigos).
La información sobre los antecedentes y consecuentes es esencial para
el análisis funcional de la conducta, por eso, el REGISTRO DE
SECUENCIAS, ha alcanzado gran desarrollo (Bakeman y Brownlee: Estudio
sobre el juego infantil en el que definieron 3 categorías funcionales:
juego solitario, juego paralelo y juego en grupo).
Los sistemas secuenciales de registro requieren que, el principio y
final de la conducta a observar, sean fácilmente discriminables, para
poder establecer claramente el orden de las conductas (los registros de
intervalos no son adecuados).
Lo más adecuado es un registro de frecuencias o de frecuencias y duración combinados.
Para este tipo de registro, es útil definir en categorías separadas los
distintos antecedentes y consecuentes más probables, y, conviene
observar la conducta en las diversas situaciones ambientales en las que
se manifiesta.
Ejemplo de registro de secuencias: Forehand y McMahon en su trabajo "Helping the Noncompliant Child". Pg 121-122-123.
Antecedentes paternos
Respuesta del niño
Consecuentes paternos
30 seg
CONFECCIÓN DE LAS FICHAS DE REGISTRO
Para facilitar la recogida de información, es necesario crear hojas
de registro que variarán en función de la conducta objetivo y de los
parámetros elegidos para medirla.
En ellas, debe aparecer una definición de las diferentes conductas a
observar y una especificación de los códigos que se van a utilizar para
cada conducta (Tabla 4.3, pg 124-125).
PERIODOS DE REGISTRO
Se recomienda registrar durante periodos cortos de tiempo (10-15
minutos) y varias veces al día (3-4 veces), para conseguir una muestra
de datos significativa de la conducta del sujeto.
En cuanto al tiempo total que debe durar la observación de cara a la
obtención de la línea de base previa al tratamiento, depende de la
regularidad y estabilidad de la conducta: En conductas muy estables se
requiere menos tiempo que en las inestables.
Fórmula propuesta por Gelfand y Hanman:
10 (TA-TB)
Número de días = 3 +
TA
TA: Tasa alta. Tasa más elevada que presenta la conducta durante los 3 primeros días de registro.
TB: Tasa baja. Tasa más baja que presenta la conducta durante los 3 primeros días de registro.
Es aconsejable no interrumpir la observación si la conducta ha
experimentado en las últimas sesiones un incremento o decremento
significativo.
ELECCIÓN DE LOS OBSERVADORES
De cara a la fiabilidad de los registros (grado en que medidas
independientes de la misma conducta proporcionan datos parecidos) se
recomienda que la observación se lleve a cabo por más de un observador
independiente, que estén entrenados y que no estén en contacto entre sí
cuando desarrollan la observación, ni interaccionen con el sujeto
observado durante la misma.
Debido a los problemas que en muchas ocasiones plantea el que una
persona ajena observe la conducta, lo más adecuado es que lo hagan
personas cercanas al individuo.
Forehand y McMahon proponen un programa de entrenamiento con las siguientes fases:
1. Familiarizar a los observadores con las conductas a observar.
2. Entrenar por separado cada una de las categorías de conducta a observar.
3. Realizar ejercicios escritos con el fin de que los observadores tomen
decisiones sobre cómo discriminar entre categorías de conductas
limítrofes.
4. Observar conductas reales grabadas en vídeo.
Según ellos, los observadores han de ser entrenados hasta que alcancen
un nivel de fiabilidad del 0,80, respecto a una grabación de 10 minutos,
previamente codificada por el entrenador.
Se aconsejan sesiones de entrenamiento frecuentes (2 -3 veces por semana).
FIABILIDAD DE LOS REGISTROS
La presencia de más de un observador independiente nos permite
conocer el grado de fiabilidad interobservador (nivel de acuerdo entre 2
observadores que registran las mismas conductas, en la misma situación y
con la misma técnica de medida).
Para evaluar la fiabilidad de unos datos de observación hay que tomar previamente 3 DECISIONES BÁSICAS:
1. Especificar la unidad de medida sobre la que se va a evaluar la
fiabilidad: Cuando se trata de una respuesta molar (serie de conductas
moleculares), hay que decidir si se calcula la fiabilidad para la
conducta global o para cada categoría. Depende de los objetivos de la
intervención (interés en la modificación global de la conducta o en ver
como evoluciona cada componente).
2. Lapso de tiempo sobre el que se calculará la fiabilidad: Cuando se
utilizan métodos de registro de frecuencia o duración, se suele dividir
el tiempo total en intervalos más pequeños.
Se puede calcular la fiabilidad sobre cada uno de los intervalos de
registro que componen una sesión ó fiabilidad de ensayo (más utilizada
por dar más información), o calcular la fiabilidad sobre las
puntuaciones totales de cada sesión ó fiabilidad de sesión.
Si la fiabilidad de ensayo es aceptable también lo será la fiabilidad de sesión.
3. Procedimiento estadístico que utilizaremos para calcular la fiabilidad: Depende del tipo de datos de que dispongamos.
Registro de productos permanente, de frecuencia y de duración:
- Si no hemos dividido el tiempo total de duración en intervalos más pequeños:
Menor número de observaciones (observador x)
Mayor número de observaciones (observador y)
- Si se ha dividido el periodo total en intervalos más pequeños (8 ó
10), se utiliza el coeficiente de correlación de Pearson (rO1O2).
Oscila entre -1 (cuando un observador registra una puntuación alta el
otro tiende a una baja) y +1 (las puntuaciones de un observador pueden
predecirse a partir de las puntuaciones del otro observador).
Si r=0: los observadores son muy variables.
Registro de muestreo temporal de intervalo: Estos registros proporcionan datos dicotómicos (la conducta aparece o no aparece).
Número de acuerdos
Acuerdo porcentual =
Número total de observaciones
Inconvenientes:
1. Proporcionar un índice de fiabilidad alto pero basado en la no
ocurrencia de la conducta, por lo que se aconseja no utilizarlo si la
conducta tiene lugar en menos del 40% de los intervalos.
Otros, eliminan éste sesgo calculando el grado de acuerdos, basándose
sólo en el índice de acuerdos de la ocurrencia de la conducta, dividido
entre acuerdos y desacuerdos (desestimando los acuerdos en no
ocurrencia).
2. Sobrevalorar la calidad de la observación de los observadores, ya
que no tiene en cuenta los acuerdos que se producen por azar. En éste
caso se puede utilizar el índice kappa de Cohen.
Oscila entre -1 (desacuerdo sistemático entre observadores) y +1
(acuerdo sistemático entre ellos). Kappa = 0: la concordancia entre
observadores es igual que la obtendríamos por azar.
Es difícil determinar el nivel adecuado de fiabilidad. Se sugiere:
- Entre 0,70-0,90 cuando se trata de porcentaje de acuerdo.
- Entre 0,60-0,75 con índice kappa u otro estadístico correlacional.
Consideraciones prácticas para maximizar la fiabilidad:
1. Comprobar que los 2 observadores están familiarizados con la
definición de la conducta, la hoja de respuesta y el uso de cualquier
instrumento de medición del tiempo que se utilice.
2. Conviene que cada observador compruebe las hojas de datos del otro
inmediatamente después de terminar el periodo de observación.
PROBLEMAS METODOLÓGICOS
PROBLEMAS DEL PROCEDIMIENTO
1. Pérdida de información al utilizar las fichas de registro: Riesgo
de que las conductas no previstas de antemano se pierdan. Conviene
incluir en la hoja de registro, una columna para hacer anotaciones al
margen.
2. Representatividad de la muestra de datos registrada: Para
asegurarla se recomienda que los periodos de registro sean cortos y
numerosos a lo largo del día, y, observar la conducta en todas las
posibles situaciones en las que ésta aparece.
PROBLEMAS DEL OBSERVADOR
1. Adiestramiento del observador: El entrenamiento de los
observadores incrementa la fiabilidad de la observación. 3 factores
determinantes:
a) El tiempo de entrenamiento.
b) El feedback que recibe el observador durante el periodo de entrenamiento.
c) El conocimiento que el observador tenga de ser observado y de que estén comprobando los datos obtenidos por él.
2. Tendencia a la parcialidad o efecto halo: Se aconseja que el
observador se mantenga ciego sobre los sujetos observados y sobre las
manipulaciones a las que se les somete. Cuando el observador es una
persona allegada al sujeto, se recomienda tratar de no contaminarlo con
las expectativas del observador.
3. La deriva del observador: Cambios graduales que los observadores
van haciendo en las definiciones de la conducta, a la hora de puntuar
las respuestas, como consecuencia de la familiarización del observador
con la respuesta ("habla ininteligible", es posible que a lo largo de la
observación, el observador comience a comprenderla mejor). Se puede
evitar controlando de forma periódica las observaciones del observador.
PROBLEMAS DEL SUJETO OBSERVADO:
La propia observación puede modificar el fenómeno que se trata de
observar, debido a la reactividad del sujeto observado. Sin embargo,
cuando los sujetos son sometidos a habituación, la conducta a examen se
restablece en su criterio previo. El tiempo del periodo de adaptación, a
pesar de su importancia, no ha podido establecerse aún.
Tomado de: psicopsi.com
lunes, 17 de junio de 2013
Cada día nacen 1.400 nuevas neuronas en el cerebro.
Hasta hace pocos años se pensaba que, durante la vida adulta, el cerebro
no produce neuronas nuevas. Sin embargo, esta teoría no es cierta, y
ahora un equipo de científicos del Instituto Médico Karolinska (Suecia)
ha diseñado una técnica basada en la medición de carbono 14 para determinar cuántas células se generan al día en el cerebro humano.
Para llevar a cabo su estudio, que se publica en la revista Cell, los investigadores han desarrollado un curioso método. Durante los años 50, en plena Guerra Fría, las pruebas nucleares produjeron un incremento de carbono 14 en la atmósfera. A través de la fotosíntesis, este carbono se incorporó a los vegetales y de ahí se extendió por toda la cadena trófica. Años después, las pruebas nucleares cesaron y los niveles de carbono 14 volvieron a ser más bajos. Cuando las células duplican sus cromosomas, este carbono 14 queda integrado en el genoma, y por tanto constituye un marcador único que indica la edad de dichas células.
Los investigadores analizaron por espectrometría de masas el carbono 14 de células del hipocampo adulto, y llegaron a la conclusión de que cada día se producen unas 1.400 neuronas nuevas en nuestro cerebro, y esta tasa va disminuyendo a medida que se envejece. “Durante mucho tiempo se pensaba que nacemos con un número determinado de células cerebrales, y que es imposible generar nuevas neuronas después de nacer”, ha explicado Jonas Frisén, uno de los autores. “Después se empezó a pensar que existe cierta tasa de renuevo, pero no se sabía en qué cantidad, ni su importancia para la función cerebral. En este estudio hemos proporcionado pruebas de que existe neurogénesis en el hipocampo durante toda la vida, lo que sugiere que las nuevas neuronas pueden contribuir a la función del cerebro humano”.
Tomado de: muyinteresante.es
Para llevar a cabo su estudio, que se publica en la revista Cell, los investigadores han desarrollado un curioso método. Durante los años 50, en plena Guerra Fría, las pruebas nucleares produjeron un incremento de carbono 14 en la atmósfera. A través de la fotosíntesis, este carbono se incorporó a los vegetales y de ahí se extendió por toda la cadena trófica. Años después, las pruebas nucleares cesaron y los niveles de carbono 14 volvieron a ser más bajos. Cuando las células duplican sus cromosomas, este carbono 14 queda integrado en el genoma, y por tanto constituye un marcador único que indica la edad de dichas células.
Los investigadores analizaron por espectrometría de masas el carbono 14 de células del hipocampo adulto, y llegaron a la conclusión de que cada día se producen unas 1.400 neuronas nuevas en nuestro cerebro, y esta tasa va disminuyendo a medida que se envejece. “Durante mucho tiempo se pensaba que nacemos con un número determinado de células cerebrales, y que es imposible generar nuevas neuronas después de nacer”, ha explicado Jonas Frisén, uno de los autores. “Después se empezó a pensar que existe cierta tasa de renuevo, pero no se sabía en qué cantidad, ni su importancia para la función cerebral. En este estudio hemos proporcionado pruebas de que existe neurogénesis en el hipocampo durante toda la vida, lo que sugiere que las nuevas neuronas pueden contribuir a la función del cerebro humano”.
Tomado de: muyinteresante.es
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